domingo, 1 de mayo de 2016

¿Dimensión del Estado importa en el desarrollo de un país? (Parte 2)

Econ Juan Solórzano Arévalo

.-El Estado en América Latina ha tenido una variada evolución en cada país, según los procesos políticos y constitucionales ocurridos. Pero todos ellos tienen un origen en común que el Estado moderno como institución liberal post independencia, fue una “adopción” política de las ideas liberales de Europa sobre todo del siglo XVIII, cuando comienza a desmembrarse el Estado español, conducido por la monarquía borbónica, personificado sobre todo en Fernando VII, estos nacientes Estados no tuvieron pretensiones de democratización, “Porque no fue así. Las capas populares indígenas, castas, mulatas y negras,  participaron de la revolución pero no de la consecución de sus logros” (Frasquet, 2010)
El sistema político latinoamericano, post independencia y contemporáneo casi siempre ha mantenido  relaciones asimétricas muy grandes entre gobernantes y gobernados,  aunque hayan tenido variaciones de asimetría entre un país y otro a través del tiempo. Este Estado “moderno” y sus relaciones de patrocinio político entre organizaciones políticas y sus electores  han cimentado por mucho tiempo un pseudo “Estado de bienestar”, donde “un derecho garantizado por ley, impersonal por definición, ofrece menos dividendos políticos. Esa es una de las razones y de las modalidades del clientelismo de Estado” (Rouquié, 1994)
El Estado de bienestar europeo en sus diferentes variantes, más que desarrollar una cultura del clientelismo político, desarrolló a partir de siglos de conflictos una cultura del bienestar donde  las poblaciones excluidas consiguieron extender las políticas públicas a los asuntos sociales. (Bejar Rivera, 2014)
Evidentemente estos estados de bienestar europeos sufrieron una serie de reformas políticas conforme la economía europea transitaba los inevitables ciclos económicos, pero en ningún caso dejaron de aplicar los países europeos políticas orientadas a mantener el estado de bienestar. Ejemplo de ello, es Dinamarca que si bien en la década de los 70 y 80, impulsaron un estado altamente protector, con los cambios ocurridos en la economía mundial en los 90 y principios del milenio, aplico una política de bienestar, teniendo como eje la figura de la “flexiguridad”, donde las condiciones laborales y de contratación de los trabajadores se flexibilizo a cambio de un subsidio de desempleo relativamente alto, un fondo de desempleo  y toda una estrategia de reconversión laboral del trabajador muy fuerte que ha hecho que los trabajadores daneses, de todas formas encuentren una ocupación laboral. Ejemplos parecidos podemos encontrar con países, como Suecia, Finlandia y Noruega, que en las décadas de los 70 y 80 también lograron tener un estado de bienestar muy potente marcado por una importante presencia en la economía de las empresas estatales y al disminuir estas y ser sustituidas en parte por empresas privadas, no dejo sin embargo a los trabajadores y su población en general sin los sistemas protectores sociales básicos.
El Estado de Bienestar en el Asía, ha tenido múltiples variantes de aplicación a partir  de los modelos existentes en Europa y EE.UU. Gabriele Kholler, identifica cinco tipos de Estados de Bienestar a saber: Estados de Bienestar desarrollistas que tenían una orientación básicamente de crecimiento económico donde la política social estaba subordinada a esta, entre los países que aplicaron esta política, están Japón, Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong, Malasia y Singapur. Posteriormente un segundo tipo de Estado de Bienestar, se encuentra con Corea del Sur y Tailandia, que producto de las crisis económicas de los 90, introducen una serie de reformas a la asistencia social, orientándola hacia un enfoque de servicio más universalista. El modelo de Estado de Bienestar Chino, sería el tercer tipo de Estado que producto de las reformas económicas de los 80, implemento en un primer momento un programa denominado “La Garantía de Mínimo de Subsistencia” y posteriormente por el año 2003 el “Plan de Seguro Médico Cooperativo Rural”. Un cuarto tipo de Estado de Bienestar, sería de aquellos países que en teoría insertan en sus políticas sociales el enfoque de derechos, mediante la cual los ciudadanos en tanto titulares de derechos, en cierta medida  pueden hacer valer los mismos en los tribunales, la India, Bangladesh, etc.,  serían un ejemplo de ello. Siendo necesario acotar sin embargo la debilidad institucional de esos Estados, por cumplir eficazmente una política social. Un quinto Estado de Bienestar desarrollista en el cual hay un deterioro parcial de las subvenciones y los derechos. “Se están introduciendo condicionalidades de comportamiento y formas rígidas de evaluación de medios económicos.
Sri Lanka puede ser un caso ilustrativo. En tanto que siguen existiendo la educación gratuita y el acceso universal a la salud, algunos derechos universales –antes garantizados– a la seguridad alimentaria y a un ingreso mínimo han sido sustituidos por disposiciones contra la pobreza focalizada y sujeta a comprobación de recursos” (Koller, 2014).

Cuadro N° 01

Fuente: ¿Existe un Estado de Bienestar Asiático?, Gabriele Kholler

El cuadro N° 01 sobre los gastos sociales efectuados por los países de Asía, nos muestra los gastos efectuados por los gobiernos de Asía en relación a la protección social, en proporción al producto bruto interno y lo que se aprecia es que Japón es el país que más gasto social efectuó con un 19.2% de su PBI, sin embargo si se toma a Singapur como otra referencia, su gasto social se sitúa en alrededor del 3,5% de su PBI y en el periodo de los años 2007 al 2009 este gasto se situó en  una media del 6% de su PBI, porcentaje bajo en relación a Japón y Estados Unidos que tenían un 17% y 15% de gasto social respectivamente.

"However, this low level of spending can be misleading since the Singaporean Government acts more as a regulator rather than a direct provider and funder of welfare services".... "Social development enjoys the biggest share of the budget at 41%"..."Education expenditure forms more than half of all social expenditure"..."The next largest share goes to healthcare (17.3%), ensuring that Singaporeans have access to good and affordable medical care"..."Expenditure on housing (12.3%) highlights an asset-based provision of social security through subsidized public housing"

 “Sin embargo, este bajo nivel de gasto puede ser engañoso ya que el gobierno de Singapur actúa más como un regulador en lugar de un proveedor directo y financiador de los servicios de bienestar”… “El desarrollo social goza de la mayor parte del presupuesto con un 41 %”…”la educación en sus diversas formas de gastos, tiene más de la mitad del gasto social”…”La siguiente proporción más grande va a la atención sanitaria (17,3%), lo que garantiza que los singapurenses tengan acceso a la atención médica de calidad y asequibles. Los gastos de vivienda (12,3%) ponen de relieve una disposición basada en los activos de la seguridad social a través de la subvención de viviendas” (Sharma, 2012)(Traducción propia)

El Estado de Bienestar en Asía tiene múltiples formas de intervención, tal como se ha demostrado, pero en ningún caso los principales Estados han renunciado a intervenir en el campo social en favor de sus ciudadanos aun cuando estos no tienen la plena vigencia de sus derechos en las sociedad asiáticas.


Referencias bibliográficas:
Bejar Rivera, H. (2014). Justicia Social, Política Social. Lima, Perú: Derrama Magisterial.
Frasquet, I. (2010). ¿Cuál es su tésis central sobre las independencias? En e. Manuel Chust, Las Independencias Iberoamericanas en su Laberinto (pág. 150). Valencia: Publicacions de la Universidad de Valencia.
Koller, G. (2014). ¿Existe un Estado de Bienestar asiático? Tribuna global, 18-30.
Rouquié, A. (1994). América Latina: Introducción al Extremo Occidente. México: Siglo Veintiuno editores, sa de cv.
Sharma, S. K. (2012). Republic of Singapore: Updating and Improving the. Seul, Corea: Asian Development Bank.


sábado, 23 de enero de 2016

¿Dimensión del Estado importa en el desarrollo de un país? (parte 1)



Por Juan Alejandro Solórzano Arévalo

.-Desde  hace mucho tiempo atrás, se ha venido discutiendo si el tamaño del Estado, influye mucho o poco en el desarrollo socio económico de un país. Por un lado tenemos a un grupo de intelectuales y políticos neoliberales que indican que mientras el mercado pueda tener una mayor injerencia o menor participación del Estado, el bienestar de las personas va a mejorar por descarte, dado que asume que cada quien obtiene lo que desea en función a su esfuerzo personal. Y por otro lado también hay otro grupo de intelectuales y políticos, denominados socialistas, socialdemócratas o comunistas, que indican que sí importa  el tamaño del Estado (según para cada uno de ellos) para que la sociedad pueda tener acceso a las oportunidades sociales y económicas que toda persona tiene derecho intrínsecamente.
Es cierto que cada grupo aporta diversos argumentos a favor y en contra de sus posiciones, pero veamos qué hay de cierto en sus argumentos.
“El tamaño del Estado se mide a partir del GGC [Gasto Gubernamental Central] como porcentaje del PIB. El GGC incluye no sólo el gasto social (salud, educación, seguridad social, pensiones, subsidios), sino todo el gasto gubernamental, la inversión y las transferencias” (Alvaro Franco, 2004)
En una revisión histórica de los países tanto desarrollados como en vías de desarrollo, tanto de Europa,  Asia, Norteamérica, Sudamérica, Centro América, África, Medio Oriente y Oceanía encontramos que en su gran mayoría el gasto del estado en relación a su Producto Bruto Interno varía por país, habiendo grandes diferencias en la calidad del gasto entre estos países.
Fuente:The public finances under Margaret Thatcher and under coalition-Peter Hoskin
Por ejemplo en el caso del Reino Unido el porcentaje de gasto público de su PBI entre los años 1973 y 2014, se situó en promedio en alrededor de un 44.09%.  En el periodo de gobierno de la primer ministro Margaret Thatcher que fue entre los años 1979 a 1990, aun cuando su gobierno  aplicó una serie de políticas neoliberales, con gran impulso de las privatizaciones de las empresas públicas, desregulación de los mercados, etc., el gasto público siguió siendo alto estando en un  44.6 % al inicio de su gestión para al final del mismo  situarse en un 39.4%, tal como se puede apreciar en el gráfico N° 01. (Hoskin, 2012)

El gráfico N° 02, nos muestra la evolución histórica del gasto público en términos monetarios de euros desde los años 1979 al 2014, señalando que en el año 1979, este ascendió a 139.121,8 millones de euros para luego situarse en el año 2014 en 989.975,4 millones de euros. (Fuente: Datosmacro.com)



Podría decirse que estos niveles de gasto público presentados en estos dos gráficos sobre el Reino Unido, son casi parecidos a algunos países que están situados en la europa continental, tal como se observa en el cuadro N° 01 Sobre Gasto público por Países y años  ( % del PBI)

Cuadro N° 01 Gasto público por países y años  ( % del PBI)
Año
Reino Unido
Alemania
Dinamarca
Finlandia
España
2014
43,90%
44,30%
56,90%
58,30%
44,50%
2013
44,90%
44,50%
57,10%
57,60%
45,10%
2012
46,80%
44,40%
58,80%
56,10%
48,00%
2011
46,90%
44,70%
56,80%
54,40%
45,60%
2010
48,80%
47,30%
57,10%
54,80%
45,60%
2009
49,60%
47,60%
56,80%
54,80%
45,80%
2008
46,60%
43,60%
50,50%
48,30%
41,10%
2007
42,80%
42,80%
49,60%
46,80%
38,90%
2006
42,90%
44,70%
49,80%
48,30%
38,30%
2005
42,80%
46,20%
51,20%
49,30%
38,30%
2004
42,30%
46,30%
53,00%
49,30%
38,70%
2003
41,20%
47,80%
53,60%
49,40%
38,30%
2002
40,00%
47,30%
53,20%
48,50%
38,60%
2001
39,10%
46,90%
52,80%
47,30%
38,50%
2000
37,80%
44,70%
52,70%
48,00%
39,10%
Fuente: Datos macro.com
Elaboración propia

Sin embargo debemos precisar que si a las cifras del cuadro N° 01, le quitamos los gastos de defensa nacional y nos situamos en el de protección social, encontraremos que éstos son relativamente altos en los países europeos, sobre todo los de Europa Occidental, que se sitúan en el rango del 25% y 34% del PBI,   tal como nos muestra el siguiente gráfico:


Nota: Gráfico elaborado por Ruiz Cañete, 2014

Pero “En Europa, hay grandes diferencias entre los sistemas de protección social. Los países que constituyen la Europa occidental continental (Europa para abreviar) organizan sus sistemas de protección social de distintas formas” (Alberto Alesina, 2009)
Para Alesina y Giavazzi, Europa gasta más que Estados Unidos en programas sociales y por ende sus administraciones públicas, manejan ingentes cantidades de presupuesto público, más que ninguna otra administración pública de otra parte del mundo, sostienen además estos autores que el centro del debate sobre el sistema de protección social europeo está en saber si frente a la pérdida de competitividad y escaso crecimiento de europa, vale la pena que los europeos sigan pensando en mantener estos sistemas de protección social, dado que cada año que pasa se van volviendo más complicados mantenerlos
Independientemente de las preocupaciones europeas sobre la vigencia de su sistema  de protección social, lo que se tendría que tener en cuenta es si esta ayudo a que su población goce de mayores oportunidades, acceso social y económico y en qué medida estas experiencias ayudan a América Latina a desarrollar mejores sistemas de protección social.
Un primer aspecto que resaltaría es que el dilema europeo sobre la reducción  del Estado de bienestar en Europa, que propugnaba el neoliberalismo, nunca funcionó a cabalidad porque “desde el instante en que se procedió a la desregulación total, resultó que nada funcionaba y hubo que imponer regulaciones” (Schmidt, 2013a, pág. 129) el Estado neoliberal que se promovió en los ochenta y noventa del siglo pasado en Europa, fue lo que Schmidt llama un  “neoestatismo liberal” “porque si bien el Estado se hace mucho más neoliberal, también es neoestatista. El Estado tiene una  presencia mucho mayor que antes, pero de un tipo diferente a la del pasado” (Schmidt, 2013b, pág. 130) algunos lo llaman “neoasistencialismo liberal” o inversión social a ese nuevo rol del Estado que se desarrolló en Europa y que a principios del siglo XXI, comenzó a entrar como ideología y parte de la gestión pública en el campo social en América Latina.
Un segundo aspecto es que según el Índice de Progreso Social-IPS 2015, que mide la eficacia de las políticas económicas de un país en relación al progreso social de sus habitantes, nos indica que entre los 10 primeros países de un total de 133, ocho países son de Europa,   01 de Norteamérica y 01 de Oceanía. Todos ellos según el informe han tenido un gran desempeño en el cumplimiento de las necesidades básicas, desarrollo de oportunidades y acceso diversos servicios públicos y sustentabilidad del ecosistema.

Cuadro N° 02 Los 10 primeros países del mundo con alto progreso social
Países
Noruega
Suecia
Suiza
Islandia
Nueva Zelanda
Canadá
Finlandia
Dinamarca
Países Bajos
Australia
Lugar
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Fuente: Indice de Progreso Social 2015

Y en el  otro extremo se encuentran los  10 países en los últimos lugares del total de países  existentes, que tienen el menor progreso social, de los cuales 08 son de África y dos de Asia.

Cuadro N° 03 Los 10 últimos países del mundo con bajo y muy bajo progreso social
Países
Madagascar
Nigeria
Etiopía
Níger
Yemen
Angola
Guinea
Afganistán
Chad
República Centro Africana
Lugar
124
125
126
127
128
129
130
131
132
133
Fuente: Indice de Progreso Social 2015

Según un informe del AISS, “El porcentaje medio del PIB destinado al gasto en protección social pública para apoyar la seguridad del ingreso de la población activa africana, es del 0,5 por ciento. En promedio, los gobiernos de los países de África solo dedican el 0,2 por ciento del PIB a prestaciones familiares y a prestaciones por hijos. Los promedios mundiales de estas dos partidas de gastos son mucho más altos, el 2,3 por ciento y el 0,4 por ciento, respectivamente” (Asociación Internacional de la Seguridad Social, 2014)
En cuanto al gasto público en África, en algunos países éstos son altos sobre todo por los gastos relacionados a defensa, como es el caso de Yemen y  Angola, en el resto de países,  el gasto es mucho menor en relación a los países europeos, tal como se muestra en el cuadro N° 04.

Cuadro N° 04 Gasto público ( % del PBI) de algunos países de África
Año
Madagascar
Nigeria
Etiopía
Níger
Yemen
Angola
Guinea
Afganistán
Chad
República Centro Africana
2014
14,73%
12,48%
17,71%
31,91%

26,07%

22,07%
12,59%
2013
14,89%
13,36%
17,80%
27,82%
30,80%
40,79%
25,05%
24,98%
22,88%
14,74%
2012
13,44%
14,04%
16,65%
22,34%
36,22%
41,31%
26,12%
25,03%
23,95%
16,37%
2011
14,06%
17,33%
18,23%
19,40%
29,84%
40,16%
21,48%
21,91%
22,39%
15,70%
2010
14,04%
16,65%
18,48%
20,62%
30,20%
40,03%
29,68%
20,80%
24,41%
18,60%
Fuente: Datosmacro.com

Conclusiones:

El debate ideológico que se da muy frecuentemente en América Latina, entre neoliberales y socialistas o socialdemócratas, sobre el tamaño del Estado muchas veces esta impregnado de un sesgo informativo y académico, por un lado está de aquellos que dicen a menor Estado, mejor se desarrolla la sociedad y el mercado, lo cual no es tan cierto por lo que se demuestra que en general los países más desarrollados si tienen un gran gasto público, aún en épocas en las cuales arreció las políticas neoliberales de la era Thatcher y por otro lado hay quienes dicen que debe haber una gran presencia del Estado para promover el desarrollo de un país, lo cual tampoco es tan cierto, porque en el análisis del aumento del gasto público de los países europeos occidentales, hay un manejo de políticas fiscales, educativas, empleo, etc., que permite combinar estas políticas públicas, orientadas a incrementar su crecimiento económico con el desarrollo del mercado y los subsidios sociales.

Efectivamente hay gastos y gastos público que necesariamente se tiene que analizar en relación a si contribuye o no al desarrollo de un país; no es lo mismo Yemen que en el 2013 tenía un 14.89 (% del gasto público) en gastos de defensa y 3.93 (% gasto público) en salud,  que Nigeria que en ese año para defensa destinó 3,52 (% gasto público) y 17.97 (% gasto público) para salud.

Es verdad que como lo señala el mismo informe del IPS, que el progreso social si mejora con el aumento del PIB Per cápita, “pero el crecimiento económico no lo es todo”. (Deloitte, Cisco, Compartamos, Rockefeller Foundation, Skoll Foundation, 2015) o que también puede haber buen progreso social con menor PIB Per cápita o  menor progreso social con buen PBI Per cápita, pero todo esto obedece al énfasis que cada país realiza con respecto a sus prioridades en las políticas sociales. 

Bibliografía:
Alberto Alesina, F. G. (2009). El Futuro de Europa: Reforma o declive. Milan: Antonio Bosch.
Alvaro Franco, D. G.-D. (2004). Tamaño del Estado (gasto público) y salud en el mundo, 1990-2000. Observatorio de Políticas Públicas y Salud (OPPS). , 188.
Asociación Internacional de la Seguridad Social. (3 de Diciembre de 2014). https://www.issa.int/es/. Recuperado el 18 de Enero de 2016, de issa: https://www.issa.int/html/ar2015/es/
Deloitte, Cisco, Compartamos, Rockefeller Foundation, Skoll Foundation. (14 de Abril de 2015). www.socialprogressimperative.org/es/data/spi. Recuperado el 11 de Enero de 2016, de Indice de Progreso Social: http://www.socialprogressimperative.org/es/publications
Eurostat. (16 de 12 de 2014). http://ec.europa.eu/eurostat. Recuperado el 11 de Enero de 2016, de http://ec.europa.eu/eurostat: http://ec.eurostat.eu/eurostat/statistics-explained
Hoskin, P. (17 de Octubre de 2012). Conservative home. Recuperado el 08 de enero de Enero de 2016, de www.conservativehome.com: http://www.conservativehome.com/thetorydiary/2012/10/the-public-finances-under-margaret-thatcher-and-under-the-coalition-compared.html
Ruiz Cañete, O. (2014). “INDICADORES SOCIO-ECONÓMICOS” Protección Social. La Situación de las Personas Mayores en España (pág. 9). Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.
Schmidt, V. A. (2013a). Democracia, políticas públicas y protección social en América Latina y Europa. Pactos sociales para una protección social mas inclusiva: Experiencias, obstáculos y posibilidades en América Latina y Europa (pág. 129). Santiago de Chile: Cepal.